Las pieles de animales representaron el primer cobijo y vestido – más tarde fue señal de gallardía, coraje, valentía y poder. Y qué decir de los primeros grandes libros escritos en pergamino.
Hasta el día de hoy, la vestimenta, objetos y acabados en piel continúan siendo símbolo de poder y buen gusto.
A través de los años se ha ido tecnificando el complejo proceso del curtido de la piel aportando mayor calidad y variedad a los productos.
Desde hace años en México existen un número de tenerías que utilizan tanto cueros mexicanos como importados de la mejor calidad lo que nos permite seleccionar pieles naturales y con grabados.
De esta manera podemos usar una amplia variedad de pieles cuidadosamente seleccionadas, curtidas con anilinas vegetales que realzan su textura y naturalidad.
Incluso hay quienes consideramos que las “imperfecciones” naturales de la piel del animal crean piezas “únicas” de calidad similar a antiguos objetos de marroquinería.